30 años por la Organización Popular y la Justicia Social
Hola amiga lectora, amigo lector. Bienvenidas-os al blog de Madre Tierra.
Seguramente si estás recorriendo estos sitios es porque te interesan los
temas del hábitat. Por eso nos proponemos y te proponemos que sea éste un
espacio de encuentro e intercambio. En el que aportemos a la construcción de
una sociedad más justa y solidaria en materia de tierra, vivienda, barrio,
comunidad.
Para las y los integrantes de Madre Tierra éste es un año particular.
Nuestra organización cumple 30 años de vida. Pasaron rápido. Fueron muy
intensos. Solemos decir que cada una de nuestras décadas estuvo signada por
distintas acciones y contextos. La primera fue la de la consolidación de la
organización. Una segunda etapa en pleno neoliberalismo en la que la lucha
pasaba por la resistencia a la exclusión. Y esta tercera que estamos
transitando en la que hay un modelo de Estado de afirmación y ampliación
derechos sociales.
Esto nos trae a otra particularidad de este año: es un año de elecciones
generales. Las argentinas y los argentinos decidiremos el destino de los
próximos años de nuestra Patria. Desde Madre Tierra seguimos apostando a
modelos de país inclusivos, de mayor profundidad y dimensión de los derechos
sociales. Sentimos que aún hay mucho por hacer. En cuestiones de distribución
de la tierra, de acceso a una vivienda adecuada, de ciudadanía rural y urbana,
de un estado cada vez más presente en la política de tierras, regulando el
mercado de suelo.
Y hablando de este año 2015 no podemos dejar de recordar que se cumplen
doscientos años de la publicación del Reglamento de Tierras de José G. Artigas.
Con instrucciones precisas basadas en la justicia social:
“Por ahora el señor alcalde provincial y demás subalternos se dedicarán
a fomentar con brazos útiles la población de la campaña. Para ello revisará
cada uno en sus respectivas jurisdicciones, los terrenos disponibles y los
sujetos dignos de esta gracia, con prevención que los más infelices serán los
más privilegiados. En consecuencia, los negros libres, los zambos de esta
clase, los indios y los criollos pobres, todos podrán ser agraciados con
suertes de estancia, si con su trabajo y hombría de bien propenden a su
felicidad y a la de la provincia. Serán también agraciadas las viudas pobres si
tuvieran hijos. Serán igualmente preferidos los casados a los americanos
solteros y estos a cualquier extranjero”
Aún hoy, con muchos avances en
políticas de vivienda, estas instrucciones están vigentes. Y el espíritu de la
Patria Grande nos convoca a realizarlas.
Bienvenida-o a la tarea. Manos a la obra.
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